Una mujer francesa de 31 años, madre de 3 hijos, fue quemada viva por su marido que la persiguió por la calle y le disparó en las piernas antes de rociarla con gasolina.
El macabro asesinato ocurrió a plena luz del día en un barrio de clase media de la ciudad de Mérignac, cerca de Burdeos.
La mujer y el hombre de 44 años, que en 2020 fue condenado por violencia conyugal contra la misma víctima, estaban separados. Sus hijos de tres, siete y once años vivían con la madre.
El hombre disparó varias veces contra la mujer mientras ésta huía por una calle, alcanzándola en las piernas. Después de que ella se desplomara, le prendió fuego mientras aún respiraba, dijo la policía.
El hombre fue detenido media hora después del asesinato en la localidad vecina de Pessac.