José Castro Muñoz, de 23 años, quien el pasado 28 de febrero ultimó de varios machetazos su ex pareja Ingrid Baltodano Pérez, en el barrio Julio Buitrago, del municipio de San Rafael del Sur, podría convertirse en el primer nicaragüense en ser sentenciado a cadena perpetua.
La solicitud fue realizada por la fiscal auxiliar del Ministerio Publico, Belissa Martínez, después que José Castro se declaró culpable del delito de femicidio en contra de Ingrid Baltodano; y del delito de amenazas con arma blanca en perjuicio del novio de la fallecida, Loxan Espinoza Sánchez.
La sentencia será leída el próximo 3 de junio, por la juez Segundo Especializado en Violencia de Managua, Doctora Aleyda Irías, quien está a cargo del caso que estremeció a las familias nicaragüenses.
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público, el día del crimen José Castro interceptó cerca de una iglesia a su víctima y le pidió que lo perdonara por todo el daño que le había causado y que regresaran nuevamente, y como la fémina no aceptó, la amenazó con “matarla y volarle la cabeza”.
Horas después José Castro ubicó a Loxan Espinoza en un parque y le dijo que ellos dos y la víctima tenían que conversar, manifestándole que les cortaría la cabeza a ambos.
Posteriormente, a eso de 8:50 de la noche del 28 de febrero, Castro Muñoz a bordo de una bicicleta llegó hasta donde estaba la pareja y golpeó con un machete a Ingrid Baltodano, mientras ella le decía a su novio que huyera del lugar para que se salvara.
La fémina tropezó en el suelo y ese momento fue aprovechado por el femicida para asestarle al menos 10 machetazos que le causaron la muerte un día después en el hospital Antonio Lenín Fonseca, de Managua.
Familiares de la víctima relataron que la relación sentimental entre Ingrid y José inició en el año 2015 y dos años después empezaron a vivir juntos.
Por este crimen atroz, calificado como crimen de odio, los dos hijos de 4 y 2 años que procreó la pareja, quedaron al cuidado de familiares de la ahora occisa.