El pequeño de nombre Maximiliano Tabares de 6 años, fue asesinado hace un año en medio de un ritual de santería en el nordeste antioqueño, según las investigaciones, el menor fue utilizado por sus padres, para ubicar una supuesta guaca con oro.
Como autores del horrendo crimen fueron condenados Robinson Esmit Arboleda Ramírez, alias ‘Orejas’ o ‘el Orejón’, por los delitos de homicidio agravado, tortura agravada y desaparición forzada.
Además, Susana Ceballos Zapata, alias ‘la Discípula’ o ‘la Sumisa’, responderá por los delitos de favorecimiento de homicidio agravado, favorecimiento de tortura agravada y favorecimiento de desaparición forzada agravada.
El ente acusador aseguró que la investigación adelantada permitió determinar que el 21 de septiembre de 2022 la madre del menor, quien también se encuentra vinculada con el proceso, reportó la desaparición de Maximiliano Tabares, alegando que este no regresó a casa de un viaje a una tienda en el corregimiento Cruzada.
Pese a esta versión, las indagaciones permitieron establecer que el menor fue transportado por alias ‘Orejas’ y otras dos personas el 20 de septiembre del 2022 a una zona rural del municipio Segovia.
El niño fue golpeado indiscriminadamente durante dos días por el grupo delincuencial Los Carneros, en medio de un ritual para ubicar una supuesta guaca con oro», explicó la Fiscalía.
Finalmente, el 27 de octubre de 2022, servidores del grupo de Criminalística del CTI Seccional Antioquia fueron guiados por Robinson Esmit Arboleda Ramírez, líder de la secta que practicaba santería, a una fosa donde reposaban los restos del pequeño.
En el crimen de Maximiliano Tabares también están involucrados su madre, padrastro, abuela materna y el compañero sentimental de esta, quienes ya están acusados y en etapa de juicio.