La descarga de un rayo puede significar una muerte segura, pues la mayoría de ellos contienen entre 10 y 100 millones de voltios en una fracción de tiempo de 0.0002 milisegundos, según los expertos.
El rayo es la descarga eléctrica, la imagen visual se denomina relámpago y el sonido es el trueno, y aunque pueden caer en seco, la temporada lluviosa aumenta las probabilidades de impacto sobre los seres humanos.
Se dice que el radio de acción letal mínimo es de 120 metros alrededor del lugar de impacto, por lo que decirle a alguien “que te parta un rayo” es una de las peores maldiciones.
Sobrevivir es un milagro
En el ser humano los rayos producen quemaduras eléctricas internas y externas, rotura de tímpanos, lesiones en retinas, desgarros musculares, fracturas, daños tendinosos, roturas o desgarros de órganos internos, por la violencia de la onda expansiva.
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La muerte se produce por la amplitud de daños cerebrales que al final provocan paro cardíaco y respiratorio.
Las escasas personas que sobreviven al impacto de un rayo resultan afectadas por lesiones cerebrales y nerviosas como epilepsias, neuralgias, lesiones articulares o vertebrales, cefaleas crónicas y estrés postraumático.
Los hombres altos son más propensos al impacto
Según expertos, las personas altas son las más propensas a las potentes descargas de un rayo, pues se convierten en un foco de atracción y el vehículo entre el fenómeno y la tierra.
El riesgo aumenta si este hombre alto se encuentra húmedo, es decir mojado por la lluvia, pues se crea una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer el rayo.
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Para evitar se impactado también se recomienda deshacerse de todo material metálico como bastones, palas, azadones, rastrillos, palos de golf, paraguas, herramientas y guardarlos a más de 30 metros de distancia.
Debemos apagar los teléfonos celulares, pues aunque contienen poca cantidad de metales, sus radiaciones electromagnéticas pueden atraer los rayos.
Por nada del mundo debe refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos prominentes solitarios, pues un árbol solitario por su humedad y verticalidad aumenta la intensidad del campo eléctrico; lo mejor es cobijarse debajo de árboles de menor altura.
Alejarse de objetos metálicos como vallas, portones, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, vías de ferrocarril, bicicletas, maquinaria, nos mantendrá a salvo.
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Es importante además alejarse de ríos, piscinas, lagos, el mar y otras masas de agua.
Si la rayería es muy intensa, la posición de seguridad más recomendada es de cuclillas, lo más agachado posible, con las manos en las rodillas, tocando el suelo sólo con el calzado. No debemos acostarnos sobre el suelo.
Si notamos cosquilleo en el cuerpo, se nos eriza el cabello, o vemos brillar y echar chispas un objeto de metal hay que adoptar la posición de seguridad de inmediato porque la descarga de un rayo es inminente.
En caso de ir con niños, para evitar el pánico o el extravío, mantener contacto visual y verbal con ellos.
En el caso de que la rayería te agarre en la carretera, el mejor sitio para refugiarse es un vehículo cerrado. Debes apagar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla, cerrar las ventanas y las entradas de aire.
Rayos han matado a 12 nicaragüenses en lo que va del año
El joven Ricardo Alejandro Silva Dolmus, de 19 años, se convirtió en la más reciente víctima de los rayos en Nicaragua, donde según estadísticas de Tu Nueva Radio Ya, se contabilizan 12 fallecidos por esta causa.
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Al momento del impacto Ricardo Alejandro se encontraba en las costas del balneario El Tránsito, en el municipio de Nagarote, en León, donde se convirtió en el blanco perfecto del fulminante impacto.