Shaq llegó a La Habana ayer y brindo una clínica de baloncesto para los jóvenes locales, convirtiéndose en el último emisario americano para el acercamiento con el pueblo de Cuba.
El Salón de la Fama en 2016, y cuatro veces campeón de la NBA, mostró a chicos como realizar bandejas y realizo juegos de práctica, mientras los espectadores aplaudían, en la que fue parte de una visita patrocinada por el Departamento de Estado norteamericano para fomentar los intercambios de pueblo a pueblo con ciudadanos cubanos.
En los últimos meses y años se han producido una serie de intercambios deportivos, misiones diplomáticas y culturales a la Isla en la medida en que Washington y La Habana recomponen las relaciones. Las relaciones comenzaron a restaurarse formalmente el año pasado bajo el amparo de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
«Béisbol, fútbol, baloncesto, se trata de deportes, ya sabes», dijo O’Neal. «Compartimos muchas cosas en común. Sólo queremos venir aquí y extender nuestra mano amiga y empezar a suavizar las cosas». «Fue muy bueno para (Obama) volver a abrir la puerta, recuperar una mejor relación con esta hermosa isla», agregó el ex jugador.
El año pasado los jubilados estrellas de baloncesto Steve Nash y Dikembe Mutombo y la ex jugadora de la WNBA Ticha Penicheiro se unieron a entrenadores de la NBA en la celebración de un campamento de cuatro días en Cuba.
Este mes de marzo, los Tampa Bay Rays jugaron contra el equipo nacional de béisbol de Cuba en un partido de exhibición en La Habana a la que asistieron tanto Obama y Castro.
La gira de buena voluntad de O’Neal en Cuba se extenderá hasta el martes.