El ex galáctico volvió a mostrar una figura lejana a la atlética que se le conoció. Luego del reality donde bajó de peso, volvió a recuperarlos de la mano de snacks y alcohol
Fue sin dudas uno de los mejores delanteros del fútbol de la historia. Brasil lo aprovechó y alzó con él la Copa del Mundo en 2002 y Bota de Oro con 8 goles. Fue hasta el último Mundial el máximo goleador de esos campeonatos. Sus años de gloria se vieron interrumpidos por múltiples lesiones que lo alejaban de las canchas, pero siempre volvía y marcaba la diferencia.
Luego de su retiro, y ya a los 37, disfruta de su vida.
Ronaldo -de él estamos hablando- pasa sus vacaciones junto a su familia y amigos en la «pecaminosa» isla de Ibiza, símbolo de los excesos y la vida ligera. Sin embargo, el astro brasileño no se aparta de sus íntimos y disfruta de la vida diurna, alejado de los escándalos que trae la noche en esa parte de España.
Lo que no abandona el genio del fútbol es su amor por la comida, las caipiroskas y el cigarrillo, pequeños gustos que acrecentó al abandonar su carrera profesional. «Vicios» que ahora puede darse. Así lo sorprendió el diario británico DailyMail con varios kilos de más en su musculoso cuerpo: comiendo de una bolsa de snacks, bebiendo lo que parece ser la bebida favorita de los brasileños y fumando un cigarrillo junto a su familia, mientras descansa en una lancha en medio del azul mar de Ibiza.
El peso y los excesos fluctuantes de Ronaldo le valieron las injustas críticas de gran parte del mundo del fútbol, como el que le propinó Alex Ferguson en 2013, cuando lo diferenció del otroRonaldo, Cristiano. «El gordo», dijo el ex técnico del Manchester United, lo que despertó la crítica de gran parte del auditorio que lo escuchó.