Con gol de Lucas, River Plate derrotó 1-0 a Hiroshima y se clasificó a la gran final del Mundial de Clubes. Ahora el club argentino esperara al ganador entre Barcelona y Guangzhou de China que se jugara mañana en la madrugada.
El equipo del director técnico argentino Gallardo no fue deslumbrante en el partido, más bien fue muy vulnerable en la primera parte.
Avanzaba la primera parte y River había desaparecido, así como los cánticos de sus más fieles que llenaban una gran parte de las gradas del estadio de Osaka. Estos atendían atónitos al recital de ocasiones que estaba teniendo Hiroshima, aunque siempre Balanta (portero de River) estaba en el sitio oportuno para impedir una derrota argentina. Así, en el minuto 32 y en el 39, el portero hizo dos paradas de una habilidad extrema y una elasticidad impresionante a remates de Chajima y Minagawa.
River seguía embotellado, sin dar salida al juego por los costados y esperando el fallo japonés. Este llegó cuando el tiempo comenzaba a volar y las puertas de la prórroga se iban abriendo. Llego el momento del gol. Objetivo cumplido sin un juego vistoso. Ellos ya están en el partido del domingo y desde ahora ya sólo pueden llegar cosas buenas.