Este sábado se rindió homenaje póstumo a la gloria del béisbol de Nicaragua, Carlos Calín Rosales, en una actividad orientada por el Gobierno Sandinista, que preside el Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo.
El homenaje póstumo se llevó a cabo en el Estadio Nacional Soberaría y estuvo a cargo de la Alcaldía de Managua, el Instituto Nicaragüense de Deportes (IND), la Federación Nicaragüense de Béisbol (Feniba) y el Comité del Salón de la Fama.
Enrique Armas Rosales, vicealcalde de Managua, recordó que Calín Rosales es uno de los peloteros históricos del béisbol nacional de los años 60 y 70, quien falleció a la edad de 79 años el pasado jueves 12 de enero, en Managua.
«Estamos hablando de una de las figuras estelares de la Selección de Béisbol de Nicaragua en 1972, en el Mundial Nicaragua Amiga; estamos hablando de Calín que también jugó en el mundial del 73 aquí mismo en Nicaragua, y estamos hablando muy probablemente del pelotero más veterano de esa gloriosa selección de los 70», resaltó.
El pelotero Calín Rosales debutó con la selección nacional de béisbol de Nicaragua en 1965, en el Mundial de Colombia, bateando .231, con 6 imparables.
Vuelve a la Selección Nacional del Béisbol de Nicaragua, en 1969 en República Dominicana, donde pegó 9 hits en 32 turnos para un promedio de bateo de .281, mejorando de manera notable.
Calín Rosales fue luego al Mundial de Béisbol en Colombia, en 1970, donde no le fue muy bien, pues bateó solo .120; pero se recuperó en el Mundial de Nicaragua en 1972, fue de las piezas claves, como segundo bate y jardinero derecho en la selección nacional pues contaba con una fama enorme por sus tiros y gran brazo; en ese mundial pegó 17 hits.
Se retiró de la selección nacional de béisbol en 1973, bateando .300 con 9 imparables en 30 visitas al plato.
En la década de los 70 jugó con el conjunto de los Indios del Bóer; también con el Cinco Estrellas; fue un zurdo estelar del béisbol nacional.
“Lo vamos a recordar no solo por haber sido integrante de grandes selecciones nacionales, sino también por su seriedad, formalidad, nunca apareció metido en ningún enredo, nunca apareció metido en un pleito, hombre trabajador, deportista, miembro del Salón de la Fama (de Nicaragua)”, destacó el vicealcalde de Managua.
Orgulloso de su padre
Carlos José Rosales, hijo de Carlos Calín Rosales, expresó que se siente orgulloso de todo el legado que dejó su padre al pueblo de Nicaragua, como un gran pelotero y persona dentro y fuera del terreno.
“Un hombre disciplinado, de su carácter de humildad; donde pasaba él, saludaba, lo saludaban, muy querido por la población, muy querido posteriormente en el ámbito donde estuvo, después que dejó el béisbol; su oficio de profesión, se dedicó a la reparación y compra de relojes. Muy reconocido en el mercado Oriental como relojero”, comentó.
El hijo de Calín Rosales se mostró muy agradecido con el homenaje póstumo que se le rindió a su padre en el Estadio Nacional Soberanía. “Estamos muy agradecidos, el Gobierno lo sabe muy bien”.
Nemesio Porras, presidente de Feniba, hizo acto de presencia en el homenaje póstumo que se le realizó a Calín Rosales y expresó, “nuestro más sentido pésame a su familia; tuve la oportunidad de conocerlo en persona, hace poco en una actividad donde se premiaron y se exaltaron al Salón de la Fama (de Nicaragua) a bastantes peloteros, bastantes dirigentes, él estaba ahí”.
Porras comentó que Calín Rosales era una persona bastante callada; mencionó que en la actividad del Salón de la Fama lo vio bastante bien de salud.
“Sinceramente una gran pérdida, creo que se nos fue antes de tiempo, porque yo lo vi bien ese día, lo vi contento de estar ahí (en la exaltación del Salón de la Fama), compartiendo con todas las generaciones, con muchas generaciones del béisbol. Y me llevo un gran recuerdo de él, de haberlo conocido, de haber compartido bastante esa noche”, hizo la remembranza el presidente de Feniba.
De la Alcaldía de Managua informaron que después del homenaje póstumo a Calín Rosales, se le iba a realizar una misa de cuerpo presente y posteriormente su sepelio en el Cementerio Periférico de la capital.