Rafael Nadal se ha plantado este jueves por la noche en la tercera ronda del Abierto de EE.UU. sin colocarse su cinta en la frente ni siquiera empuñar la raqueta. Su rival, el australiano Thanasis Kokkinakis, se retiró por lesión.
La noticia se conoció cerca de dos horas antes de que los tenistas tuvieran que saltar a la pista central del torneo neoyorquino. La organización explicó en un comunicado que la retirada se debía a «una lesión en el hombro derecho».
Es una dolencia que ha supuesto un suplicio para Kokkinakis, un joven de 23 años que era una gran promesa desde su irrupción, a los 17 años, en el Abierto de Australia, donde se metió en segundo ronda. Entonces le frenó Nadal. El jueves le tocaba al de Manacor volverle a parar los pies, después de que Kokkinakis volviera a soñar con recuperar su mejor nivel, algo que las lesiones le han impedido. En 2015 tuvo que pasar por el quirófano para tratarse su hombro derecho y apenas jugó hasta mediados de 2017. El año pasado pareció resurgir y batió a Roger Federer, entonces número uno, en el Abierto de Miami, sin apenas haber jugado. Pero en enero de este año, su hombro derecho volvió a decir basta y le apartó del Abierto de Australia. Ahora vuelve a aparecer después de que llegara a Nueva York con una invitación del torneo y tras haber derribado en primera ronda al bielorruso Ilya Ivashka.
Nadal queda ahora a la espera de su rival en tercera ronda para este sábado, que saldrá del partido que disputarán también el jueves por la noche Fernando Verdasco y el coreano Hyeon Chung.