Hace un par de días culminó la Liga Superior de Baloncesto con la coronación del Real Estelí sobre las Brumas de Jinotega. En este torneo participaron además los Leones de la Alcaldía de Managua, Club Jass, Costa Caribe y Toros del Norte.
El espectáculo estuvo palpable en cada partido, sobre todo, por las demostraciones de talento que hicieron los extranjeros más destacados, como Kevin Allen de Jinotega, Nate Drayton de los Leones y TJ Jackson de la Costa Caribe.
Sin embargo, el impacto de la Liga trasciende la línea del espectáculo, pues sirvió para dejar al relevo inmediato de la selección nacional, la cual necesitaba una nueva generación de jugadores, pero no a largo plazo, sino a corto plazo.
Los hermanos Dalton y Dayton Cacho, jugadores de Jinotega, demostraron que están listos para integrar el equipo nacional. Así mismo, Sharlon Hodgson dejó claro que tiene capacidad para ser el armador titular de la tropa Azul y Blanco.
Esta tripleta de jugadores jóvenes serían los reemplazos de los veteranos Noel McKenzie, Serbio Abea y Carlos González, quienes han realizado un largo recorrido con la selección nacional, con éxitos incluidos en su trayectoria.
El equipo nicaragüense se complementaría con Barthel López, el mejor jugador del país, y con Vansdell Thomas, quien es considerado como el basquetbolista más habilidoso y rápido de la actualidad.
Por si fuera poco, muchachos como Kevin Alvarado y William Fuentes, del Club Jass, se abrieron espacio en el baloncesto nacional. Con un seguimiento cercano y crecimiento óptimo, se garantiza también el relevo generacional a largo plazo.
La Liga Superior fue un proyecto piloto que cumplió con los objetivos básicos: espectáculo para el público y proyección de jugadores. Para el próximo año, se espera que la segunda edición pueda captar mayor atención de los aficionados.