Un hecho insólito sucedió en el fútbol de Brasil, el partido entre el Treze y el Manaus de la tercera división se vio empañado por un fuerte disturbio que en un principio era entre jugadores.
Los pleitos en el campo se dan después de que el árbitro central del encuentro agregara 10 minutos de prorroga cuando el partido se encontraba 1 a 0 a favor del Treze.
El tiempo que el árbitro agregó fue suficiente para que el Manaus reaccionara y al minuto 90+8 igualaran el marcador.
Posteriormente al gol de empate los jugadores del Treze se molestaron y empezaron a reclamarle al central y después de 5 minutos entre discusiones con el árbitro y jugadores del equipo rival la policía intervino.
Los uniformados utilizaron gas pimienta para calmar a los jugadores que horas más tardes publicarían fotos de las lesiones que dejó el bochornoso acto.
El partido finalizó empate y no se reanudó tras los disturbios.