Las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés), como cualquier otro deporte, tienen un espacio para el Fair Play, momento en el cual los gestos deportivos se ponen por encima del principal objetivo: ganar.
Sin embargo, el ruso Ibragim Khalilov parece tener otros códigos sobre el octógono y lo dejó demostrado el último fin de semana cuando se enfrentó en China ante Bakhtiyar Barotov.
Luego de que sonase la campana, el debutante, oriundo de Kirguistán, se acercó a chocar los puños, cordialidad habitual en MMA, pero en lugar de recibir un saludo, recibió una trompada de nocaut.
El árbitro vio que Barotov no se podía levantar y, a sólo tres segundos del inicio, dio por ganado el combate a Khalilov, quien no realizó una maniobra ilegal, pero sí deshonesta, al aprovecharse de que su rival tenía la guardia baja.