Con gol de Ivan Rakitic, el equipo culé logró una segunda victoria ante el club blanco en menos de 72 horas y rompió con una estadística que prevaleció intacta casi nueve décadas
El estadio Santiago Bernabéu acogió tres días después del duelo de Copa del Rey un nuevo clásico del fútbol español y nuevamente el FC Barcelona derrotó al Real Madrid. Con un gol del croata Ivan Rakitic, el equipo culé demostró que está acostumbrado a exhibirse en la capital española y dio vuelta la estadística de los duelos entre ambos.
Comenzó como un partido intenso, con posesión repartida y con ritmo muy alto de ambos equipos. También inicio friccionado, con Sergio Busquets amonestado al primer minuto de juego. El Real Madrid tuvo algunas chances de balón detenido y un remate de Luka Modric obstaculizado por Piqué. Pero más allá del buen inicio del elenco blanco, el primer gol fue blaugrana.
A los 25 minutos, el Barça construyó una jugada por derecha, con Ivan Rakitic edificando una pared con Sergi Roberto que lo dejó cara a cara con Thibaut Courtois. El jugador croata definió picando la pelota con mucha sutileza para establecer el 1-0 en favor del líder de la liga española.
A partir de allí, el elenco de Ernesto Valverde tomó confianza y de hecho pudo marcar el segundo, pero Courtois desvió un tiro de Suárez y luego un remate cara a cara de Messi. Al cierre del primer tiempo, el astro argentino tuvo en enfrentamiento con Sergio Ramos, quien le pegó con el brazo en el rostro. El elenco culé se fue al descanso reclamando tarjeta roja para el capitán madridista.
En el inicio del segundo tiempo, el Real Madrid tuvo algunas posibilidades de empatar. Empezó a atacar con frecuencia por el sector de Vinicius Jr., quien tuvo un remate dentro del área que fue desviado Ter Stegen con una mano y otro disparo que impactó en el estómago de Lenglet.
Solari reemplazó a Toni Kroos por el uruguayo Federico Valverde, además de meter a Marco Asensio en lugar de Gareth Bale y a Isco por Casemiro. Valverde contrarrestó intercambiando al chileno Arturo Vidal por Arthur Melo y a Coutinho por Dembélé.
El Barcelona aguantó las embestidas del Real Madrid y cuidó el resultado con la posesión. Pese al empuje, el equipo local careció de recursos para quebrar la resistencia azulgrana y perdió su segundo clásico en 72 horas sin poder marcar goles.