Después de la tormenta viene la calma. Barcelona no tuvo problemas para golear 5-0 al Elche, en duelo correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, y de esta manera poner pie y medio en la siguiente ronda de la competencia.
Doblete de Neymar a los minutos 15 y 34, Luis Suárez a los 39, Lionel Messi, de penal, a los 45 minutos de la primera parte, y Jordi Alba, a los 55 de tiempo corrido, escribieron la historia de un triunfo culé, que llega como bálsamo al interior del grupo, que vivió tensiones tras la derrota del domingo pasado en Anoeta, ante la Real Sociedad.
El día después de que el presidente Josep Maria Bartomeu anunciara elecciones para verano, el primer encuentro en el Camp Nou después de que se conociera el desencuentro entre Luis Enrique y Leo Messi, el barcelonismo vivió un episodio de división.
Bien entrado el primer tiempo y en algún momento del segundo, una parte de la grada animaba a Luis Enrique y otro grupo aún más mayoritario apoyaba a Leo Messi. El argentino, tras marcar el 3-0, lanzó un beso hacia la zona de la grada donde se encontraban los aficionados que animaban al entrenador.
El partido fue un encuentro del Barça contra sí mismo y su ansiedad. Un ejercicio repetido esta temporada, en el que hasta el 1-0 los azulgranas se movían a base de fogonazos, sin elaboración del juego ni un patrón demasiado definido.
El 1-0 llegó en una rápida jugada de combinación al primer toque. La inició Messi, Sergi Roberto habilitó a Luis Suárez y éste a Neymar que marcó a puerta vacía.
Luis Suárez también fue decisivo en el 2-0. Sorprendió a su marcador con una finta, recortó a un defensa y batió cruzado al arquero Tyton. Messi consiguió su vigésimo cuarto gol en otros tantos partidos de esta temporada el 3-0 al transformar un penalti cometido sobre Neymar.
En diez minutos el Barça lo había hecho todo, incluso marcar un gol mal anulado por el árbitro, después de una jugada ensayada bien culminada por Messi.
Y en los diez primeros del segundo tiempo, los azulgrana aumentaron la diferencia por medio de Jordi Alba, quien aprovechó una asistencia de Messi para marcar el 4-0, y de Neymar, quien firmó el 5-0 tras un disparo lejano.
Hasta el final, los azulgrana pudieron aumentar su ventaja. Más pendientes de los gritos en la grada, unos favorables a Luis Enrique, más coreando a Messi, el barcelonismo volvió a sentarse en el diván.