Tras empatar 1 a 1 en 120 minutos, los germanos se impusieron a través de los penales. Jugarán con Francia o Islandia
Un partido plagado de historia fue el que se vivió en el Stade Matmut Atlantique de Bordeaux. Dos de las selecciones más ganadoras del mundo se disputaron el boleto a las semifinales de la Eurocopa. Alemania e Italia protagonizaron el duelo de candidatos con su habitual diferencia de estilos.
El espectáculo se planteó entre el dominio y la posesión germana ante el mítico catenaccio de la Azzurra. De modo que el encuentro se desarrolló en su gran mayoría cerca de la zona custodiada por Gianluigi Buffon.
La lesión de Sami Khedira no modificó los planes de Joachim Löw. Antes del primer cuarto de hora El volante de la Juventus le dejó su lugar a Bastian Schweinsteiger para que el referente del Manchester United también colabore en la gestación de situaciones ofensivas. Fue un cambio obligado y necesario.
Recién cuando el cronómetro marcó la media hora, Alemania tuvo la opción más clara para ponerse en ventaja. Una exquisita asistencia de Mats Hummels y un cabezazo de Schweinsteiger amenazaron con el primer grito de la noche europea. Sin embargo, una supuesta infracción del atacante le dio vida a Italia, dado que el húngaro Viktor Kassai invalidó la acción.