Una gigantesca investigación realizada contra 300 sacerdotes reveló que estos depredadores sexuales utilizaron rituales católicos, símbolos cristianos y hasta la Fe para abusar durante varias décadas a miles de niños y jovencitos en todas las diócesis del Estado de Pensilvania.
Según las investigaciones los curas hasta amenazaron a sus víctimas conque vivirían toda una eternidad en el infierno sino accedían a sus horrendas prácticas sexuales.
Atrocidades en nombre de Dios
Uno de estos sacerdotes utilizó una cuerda para atar a un jovencito dentro de un confesionario en posición de oración y luego que éste se negó a seguir sosteniendo relaciones sexuales decidió utilizar un crucifijo de 18 centímetros para sodomizarlo.
Otros cuatro curas obligaron a un muchachito a desnudarse y posar como Jesucristo en la cruz mientras le tomaban fotografías y entre risas le decían que las imágenes iban a ser utilizadas como referencia para realizar esculturas religiosas.
En otro caso un padrecito le explicó a un niño, mientras lo manoseaba, que lo que estaba haciendo estaba bien porque él era un instrumento del Señor.