Usar el celular. El móvil se ha convertido en una herramienta imprescindible para nuestra vida diaria, tanto que ni de noche lo abandonamos. Esta actitud puede tener graves consecuencias. Todo lo que sean intensidades de luminosidad superiores a 5 lux, tiene ya capacidad para suprimir la segregación de melatonina y retrasar el descanso nocturno.
Ver televisión. La cama tiene que ser para descansar. Aquello que te distraiga de ese objetivo te influye negativamente. Está bien ver la televisión, por supuesto, pero fuera de la habitación.
Trabajar. Las principales dificultades que provoca este mal hábito es posibles lesiones en la columna lumbar, además exponerse a radiación no ionizante que emanan las computadoras o teléfonos celulares, que afecta a la retina.
Dormir con tu mascota. Un reciente estudio publicado por Emerging Infectious Diseases y divulgado por la edición online de la revista Time, cuenta que 100 de las 250 enfermedades conocidas, transmitidas entre humanos y animales, son causadas por dormir con mascotas.
Comer. Es un horrible hábito, tu cuarto olerá a lo que comiste no tienes una buena postura, y es posible que sufras trastornos del sueño, puesto que asociamos cama con sueño, entonces al hacer otras actividades como comer en la cama, le quita la función a la cama.