A la pena máxima permitida por las leyes nicaragüenses fue condenado Marvin Fabricio Bravo, de 27 años, quien el 31 de marzo, asesinó a machetazos a su suegro Máximo Humberto Esquivel Bravo, de 83 años, y dejó gravemente heridas a su mujer y su suegra, en el reparto Rubén Darío de León.
La sentencia fue dictada por el doctor Luis Felipe Alvarado, Juez especializado en violencia de León.
En la lectura de sentencia estuvieron presentes la ex pareja del criminal, Ligia Daniela Ponce, y su ex suegra María Mercedes Ponce, de 64 años, quienes se están recuperando de la lluvia de machetazos que les asestó Marvin Bravo.
De acuerdo a la acusación, el día el crimen Marvin Bravo estaba macheteando a su mujer Ligia Daniela, cuando salió en su auxilio doña María Mercedes, a quien también macheteo.
Al ver la agresión, don Máximo salió en defensa de su mujer y su hija de crianza, recibiendo varios machetazos entre ellos uno en la nuca que lo dejó semi decapitado.
Marvin Bravo huyó en calzoncillos de la escena del crimen hasta ser capturado en las laderas del fortín de Acosasco, y ahora pasará a vivir sus próximos 30 años tras los barrotes de una prisión.
