Baseball de la Paz, Orgullo Perfecto

En Nicaragua el Baseball es el deporte que anima, alegra y llena de disfrute al pueblo humilde, en todos los rincones del país, hay un cuadro de baseball, encontrando grupo de muchachos, adultos, muchachas con guantes y bates dispuestos a iniciar el juego esperando al Play para iniciar el partido, la gente se llena de vigor dándole seguimiento a los juegos, jugando con energía y hoy los pequeñines han dado al país gloria, orgullo y reconocimiento como tierra al ganar campeonatos en otras latitudes.

Baseball es similar a pensar la paz armónica de los pueblos, es encontrar la tranquilidad en ese deporte que lo disfrutamos todos y todas en Nicaragua.

Bajo ese principio de Paz, Armonía y Tranquilidad seguiremos disfrutando los hits, las bases por bolas, los dobles, los triples, los robos de bases, las jugadas en las bases, los flys de sacrificio, el agarre con cordón de zapato, las atrapadas intrépidas por los short stop, el muro de contención de la tercera base, el infranqueable primera base, todo eso no lo podemos olvidar desde nuestra niñez crecemos, crecimos y crecen los nicas oyendo el baseball como un deporte de disfrute, un deporte de todos.

Conocido como nuestro deporte Rey, ese es el baseball que nos ha dado muchas alegrías y tristeza también cuando competimos en otras tierras y no ganamos, cuando se compite acá los campeonatos nacionales (German Pomares)y el equipo de nuestra preferencia cae en la lucha por ganar, nuestro deporte rey sigue en vigencia, sigue firme, este deporte nos ha dado exponentes que han viajado a jugar en otras ligas, en las ligas mayores que todos sabemos que es como el nivel superior del deporte de pelota.

En las grandes ligas tenemos ya historia de nuestro deporte con los exponentes que hemos tenido, ahí han estado David Green, Porfirio Altamirano, Vicente Padilla, Everth Cabrera,  Antonio Chevez, Erasmo Ramírez, Jhonatan Loaisiga, Cheslor Cuthbert, Marvin Benard, Juan Carlos Ramírez, Albert Williams, Oswaldo Mairena, Devern Hansack, Wiltón López, Alex Blandino (nacido en USA de padres nicas) y un señor que con humildad reconocemos que hizo historia en el baseball, llamado Dennis Martínez conocido con el mote del Chirizo.

Este último señor atentó hace unos días contra la paz del baseball en nuestro país, incendió con saña la armonía del deporte rey, brindó declaraciones desde la comodidad del imperio sin importarle el veneno que inoculaba en la alegría del orgullo de los niños que juegan baseball con dignidad, que representan a esta tierra de lagos y volcanes en cada campeonato, con tanto amor soberano, ese amor que algunos desde la comodidad del imperio nunca la tuvieron, se sumó a la campaña del odio gratis, pedía gratuitamente acabar con las enorme olas del estadio, solicitaba que los miles de niños y niñas que llegan al mismo no tuvieran diversión dizque por la situación anormal del país, el mismo que pedía una cifra estratosférica de dinero para ser el manager de nuestra selección nacional en algún momento, sin mostrar una pizque de conciencia con las condiciones económicas del país, ese mismo con alma capitalista, espíritu capitalista.

Este mismo señor intentó mediante una campaña llena de cobardía, no tiene otro epiteto de como nombrarla, boicotear la serie internacional de baseball entre Nicaragua y Puerto Rico que se desarrollaría los días 15, 16 y 17 de marzo en el Estadio Nacional que gracias a la Revolución todavía lleva su nombre, la nobleza de este proceso revolucionario es de ese tamaño, tiene ese corazón hermoso, robusto, lleno de amor cristiano, aún a pesar del vómito envenenado por el señor Dennis Martínez que gritaba desde la ciudad del sol que no llegaran los hermanos de Puerto Rico a darle alegría al pueblo, transmitir amor a la pelota, brindarnos entrada tas entrada esa emoción vibrante con vigores unidos en la novena tendida en el terreno y que el pueblo asistiera los tres días con emoción para gritarle al egoísta, al vendido, al desclasado, gritarle al burgues, sonarle en sus oidos que este pueblo se divierte, que se llena de emoción con el baseball, que nadie lo detiene, que vemos con orgullo el Juego Perfecto, que disfrutamos cada out, pero también tenemos orgullo perfecto, nitido, orgullo cristalino, limpito, ese orgullo perfecto nos hizo ponchar su campaña débil, su campaña cobarde contra el pueblo, le pegamos Jonrón a sus lanzamientos con nosotros no pudo, el juego del orgullo perfecto se lo ganamos todos, cada lanzamiento que nos envío se lo bateamos, disfrutamos batearle, gozamos darle hit, doble, triple y jonrón, ahí estaban los niños bateándole la pelota del señor Martínez, las adolescentes gozaron cada batazo, las mujeres le robaron base, los adultos de la tercera edad recibieron bases por bolas, y los jóvenes le tocaron bola y se le embazaron todo el tiempo, ahí jugamos todos y todas.

No podemos dejar de agradecer a nuestros hermanos de Puerto Rico que siguiendo las huellas del astro Roberto Clemente mostraron siempre firmeza de venir a Nicaragua, independientemente de los correos enviados por un  grupo de peleles y otros de nicas fuera de nuestro territorio que nunca les ha interesado el bienestar del pueblo, nos deleitamos ver las jugadas de los hermanos de Puerto Rico, gozamos ver el desarrollo de cada innin, escuchar sus declaraciones sintiéndose bien en nuestro país, ver develizar el monumento a Clemente ese mensajero de amor que trajó esperanza y paz al pueblo de Nicaragua en momentos difíciles, ese mensajero de amor sigue dándole paz a Nicaragua, gracias Clemente, mil gracias Puerto Rico.

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