Con la presencia de 17.110 agentes de la policía militarizada, este viernes arrancó el Carnaval de Río de Janeiro, en Brasil.
Un año más los brasileños demostrarán su enorme creatividad a través de sus disfraces, coreografías y diversión.
Una de las medidas de seguridad adoptadas por el gobierno, será la distribución de más de 100 millones de preservativos durante los 7 días que dura el Carnaval.
El Carnaval arrancó este viernes con la bendición incluso de su alcalde evangélico, Marcelo Crivella, acusado de haber querido suspender esta famosa fiesta de excesos por sus convicciones religiosas.
Después de haber menospreciado la celebración del año pasado cuando recién había asumido el cargo y de haber recortado a la mitad las subvenciones para los desfiles, Crivella se vio forzado a cambiar su actitud y esta mañana y encabezó la entrega de las llaves de la ciudad al rey del Carnaval, el Rey Momo, acompañado por sus princesas, dos bailarinas de samba con ajustados vestidos de lentejuelas.
El alcalde se había amparado en los problemas de caja de Río para justificar su recorte a los suntuosos desfiles en el Sambódromo, pero los fanáticos del Carnaval lo acusan de ir contra una tradición sagrada que atrae a más de un millón de turistas y genera más de 1.000 millones de dólares para Río.
