“Como algo grandioso”, calificó Maritza González, la acción del presidente de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega, de pedir al presidente Barack Obama por la vida del nicaragüense Bernardo Abán Tercero, cuya ejecución fue programada para el 26 de agosto en Texas.
Maritza González trabaja junto con la Coalición para la Abolición de la Pena de Muerte en Texas, a favor de Tercero, y no descartó que Obama pueda tomar alguna acción favorable en este caso.
La activista comentó que en estos momentos hay una cadena de oración para rogar por la vida de Tercero.
Dijo estar consciente que el nicaragüense cometió un delito, pero destacó que no tenía intenciones de matar a nadie.
“Tercero cometió un error, cierto, pero no se puede calificar de asesinato. Él no tenía intenciones de matar a la víctima, por lo tanto no es justa la pena de muerte en este caso, porque no fue algo planificado”, dijo González.
Por su parte Michael Charlton, abogado de oficio de Bernardo Tercero, explicó que aunque no existen antecedentes de que un gobernante de Estados Unidos haya podido parar una ejecución de reos estatales, Obama ha manifestado su desacuerdo con la pena de muerte y podría hacerlo con este caso, aunque no cambie la decisión.
Agregó que el único con poder de posponer o suspender las ejecuciones es el gobernador de Texas, Rick Perry.
Bernardo Abán Tercero es el primer nicaragüense en la historia que tiene fecha de ejecución en Estados Unidos.
Una opción para el condenado es solicitar Clemencia Ejecutiva al Tribunal de Perdones y Libertades Condicionales, que revisaría la petición y las circunstancias de los hechos.
México es el país con mayor número de casos y aunque se han realizado numerosas gestiones para suspenderlas no han tenido resultado.
En diciembre de 2013 el secretario de Estado, John Kerry, pidió al gobernador de Texas que se pospusiera la ejecución del mexicano Edgar Tamayo, acusado de matar a un policía, pero Tamayo fue ejecutado el 22 de enero del 2014, como estaba previsto.
