Anslie Brantley, de 19 años es la joven madre que ha sido acusada por asesinato en segundo grado y abuso infantil tras la muerte de su hijito de 10 meses.
Según información policial, la mujer había consumido drogas cuando se metió a la bañera con su bebé en brazos.
Brantley se durmió y al despertar, se encontró con que el bebé no daba señales de vida y comenzó a gritar.
Después de que la joven mamá pidiera socorro desesperada al entender que su hijito había muerto ahogado, alguien en la casa corrió a prestarle ayuda y trató de resucitar al bebé.
El niño fue llevado al hospital Piedmoent Newnan, donde se reportó muerto por ahogamiento.